Alguna vez en un parque, en algún sitio, ibas pasando o esperabas a alguien o tan sólo descansabas un momento, cuando de pronto viste a ésa persona, ésa mirada, ese rostro, frente a tus ojos. No importó nada, todo ése mundo que rodea tu mirada y la de aquella persona, toda ésa realidad de pronto desaparece, se esfuma, quién será, qué secretos guarda ésa imagen, ese rostro, esa vida que a capturado mí atención. Se miran profundamente, a ratos se olvidan las pupilas, se confunden, pierden el sentido de la existencia, son miradas en algún tipo de trance, miradas poseídas por él olvido, no saben cómo buscarse. Tienen que volver a anclarse, su mirada te busca, tu mirada la encuentra y nuevamente vuelven a caer, nuevamente las retinas quedan congeladas en el espacio tiempo y todo vuelve al instante justo en donde nada a comenzado y nada es o será. Es la eternidad. Capturo su rostro y lo registro en mi mente, todo un mundo se crea. Una casa, un automóvil, niños, un perro o un gato,
Francisco Muñoz Vega hipnosis® es una marca registrada. Todas las obras son de autoría propia original del autor.