Vivo en tus pétalos cómo simple noche,
vivo en tus ojos cómo lunas en estaciones,
vivo en tus besos cómo las noches en tus sueños,
vivo en tus pensamientos cómo las estrellas en tus firmamentos.
En el espacio entre tú y yo se crearon los corazones desnudos,
en el universo las conciencias se buscaban,
en la tierra se formaban los días y las noches para nuestros besos,
en las manos comenzaron a crearse los cuerpos y sueños.
El tiempo se detuvo en tu estación de luna,
se encontraron los viajeros,
se enamoraron los desconocidos,
temblaron entre besos y caricias,
afloraron de la penumbra y las almas se ensamblaron.
Se creó la magia y sus brazos la protegieron,
se creó la magia y los besos entre tanta saliva creo el latido,
se creó el origen y entre tanta piel se creó la verdad,
se creó la magia y los mortales se crearon así mismos inmortales.
Para él no hay noches sin su luna,
para ella no hay días sin sus caricias,
para ellos, los creadores de un mundo,
para ellos: no hay vida sin sus días; sin sus noches, sin sus ojos hipnotizados.
Hoy así cómo mañana y desde siempre las almas se buscaron,
hoy entre ruidos y fotografías viejas se renueva el pacto de amor eterno,
hoy los besos se aman a gritos de piel,
ésos de antes, esos que venían buscándose, ésos se encontraron, ésos no se dicen adiós.
Se encarcelaron en sus ojos,
se perdieron en sus corazones,
se besaron entre la tierra y el cielo,
amores que se buscan entre eternidades,
entre vacíos mudos.
Con sus dedos la crea,
ella con sus besos lo crea,
ambos con sus cuerpos desnudos se forman,
el origen del amor se creó en ésta estación, estación de luna, estación del destino, estación de besos sin olvido
vivo en tus ojos cómo lunas en estaciones,
vivo en tus besos cómo las noches en tus sueños,
vivo en tus pensamientos cómo las estrellas en tus firmamentos.
En el espacio entre tú y yo se crearon los corazones desnudos,
en el universo las conciencias se buscaban,
en la tierra se formaban los días y las noches para nuestros besos,
en las manos comenzaron a crearse los cuerpos y sueños.
El tiempo se detuvo en tu estación de luna,
se encontraron los viajeros,
se enamoraron los desconocidos,
temblaron entre besos y caricias,
afloraron de la penumbra y las almas se ensamblaron.
Se creó la magia y sus brazos la protegieron,
se creó la magia y los besos entre tanta saliva creo el latido,
se creó el origen y entre tanta piel se creó la verdad,
se creó la magia y los mortales se crearon así mismos inmortales.
Para él no hay noches sin su luna,
para ella no hay días sin sus caricias,
para ellos, los creadores de un mundo,
para ellos: no hay vida sin sus días; sin sus noches, sin sus ojos hipnotizados.
Hoy así cómo mañana y desde siempre las almas se buscaron,
hoy entre ruidos y fotografías viejas se renueva el pacto de amor eterno,
hoy los besos se aman a gritos de piel,
ésos de antes, esos que venían buscándose, ésos se encontraron, ésos no se dicen adiós.
Se encarcelaron en sus ojos,
se perdieron en sus corazones,
se besaron entre la tierra y el cielo,
amores que se buscan entre eternidades,
entre vacíos mudos.
Con sus dedos la crea,
ella con sus besos lo crea,
ambos con sus cuerpos desnudos se forman,
el origen del amor se creó en ésta estación, estación de luna, estación del destino, estación de besos sin olvido