Ésta noche yo brindo por la dama,
ésta noche la beso es hermosa,
es hermosa como una estrella,
salió de mí botella, la luna, la dama.
Hermosa mujer cómo un arcoíris sus ojos,
la besé, tomamos tragos y nos fuimos a la cama,
dormimos desnudos en la noche de estrellas,
dejamos la ropa en el bar, las tristezas sentadas en la barra.
Despertamos en invierno de madrugada,
su cuerpo en las sabanas dormían el trago nocturno,
la besé en la cabeza, fría la cama y me madrugó su cuerpo,
entraste sin tocar y mi vida se perdió en tu perfume y tabaco.
Yo de barba trasnochada tú de ojos dormilones,
otra noche más de frío juntando los besos y el destino,
parecían sin sentido no tienen olvido,
ahora las llamadas no contestan las bocas que se besan.
Éstas noches sin final sin cicatrices,
soy el vigía de tus ojos mientras duermen,
eres la estrella en el fondo de esta cama nocturna,
solos en la habitación de noches sin final.
somos los ojos que se confabulan insomnio silencioso,
ya no quiero más días,
sólo deseo noches sembradas de tú asalto a mí cuerpo,
no me pidas mañanas no me pidas promesas.
Cupido y tus flechas no me llegarán,
pues éste amor es eterno en lo que ésta noche lo sea,
maldito ése mañana que trae términos y desesperanza,
cupido te condeno a la espera de ésta noche sin final.
Autor: Francisco Muñoz Vega - Francesco Muga.
ésta noche la beso es hermosa,
es hermosa como una estrella,
salió de mí botella, la luna, la dama.
Hermosa mujer cómo un arcoíris sus ojos,
la besé, tomamos tragos y nos fuimos a la cama,
dormimos desnudos en la noche de estrellas,
dejamos la ropa en el bar, las tristezas sentadas en la barra.
Despertamos en invierno de madrugada,
su cuerpo en las sabanas dormían el trago nocturno,
la besé en la cabeza, fría la cama y me madrugó su cuerpo,
entraste sin tocar y mi vida se perdió en tu perfume y tabaco.
Yo de barba trasnochada tú de ojos dormilones,
otra noche más de frío juntando los besos y el destino,
parecían sin sentido no tienen olvido,
ahora las llamadas no contestan las bocas que se besan.
Éstas noches sin final sin cicatrices,
soy el vigía de tus ojos mientras duermen,
eres la estrella en el fondo de esta cama nocturna,
solos en la habitación de noches sin final.
somos los ojos que se confabulan insomnio silencioso,
ya no quiero más días,
sólo deseo noches sembradas de tú asalto a mí cuerpo,
no me pidas mañanas no me pidas promesas.
Cupido y tus flechas no me llegarán,
pues éste amor es eterno en lo que ésta noche lo sea,
maldito ése mañana que trae términos y desesperanza,
cupido te condeno a la espera de ésta noche sin final.
Autor: Francisco Muñoz Vega - Francesco Muga.